La corrosión con esfuerzo (Stress Corrosion Cracking, SCC) es una forma insidiosa de degradación que combina la acción de tensiones mecánicas con ambientes corrosivos, provocando grietas que pueden evolucionar sin una deformación visible. En esta ocasión, analizamos un caso real de falla en abrazaderas metálicas debido a SCC, sus implicaciones en la operación de planta y las lecciones clave que deja para los equipos de mantenimiento.

 

Falla por corrosión con esfuerzo en abrazaderas: lecciones aprendidas

La corrosión con esfuerzo (Stress Corrosion Cracking, SCC) es una forma insidiosa de degradación que combina la acción de tensiones mecánicas con ambientes corrosivos, provocando grietas que pueden evolucionar sin una deformación visible. En esta ocasión, analizamos un caso real de falla en abrazaderas metálicas debido a SCC, sus implicaciones en la operación de planta y las lecciones clave que deja para los equipos de mantenimiento.

¿Qué es la corrosión con esfuerzo?

La corrosión con esfuerzo ocurre cuando un material susceptible se encuentra sometido simultáneamente a:

• Un ambiente químico agresivo, como humedad salina, cloruros o productos químicos industriales.
  
  
• Tensiones residuales o aplicadas, que pueden ser internas (soldadura, deformación) o externas (carga mecánica).
  
  

A diferencia de la corrosión uniforme, la SCC genera grietas finas que pueden avanzar de forma impredecible hasta provocar rupturas catastróficas sin señales visibles de alerta.

El caso: fallas repetidas en abrazaderas de tuberías de vapor

Industria: Procesamiento de alimentos
Problema: Ruptura sorpresiva de abrazaderas metálicas en una red de distribución de vapor a media presión.
Consecuencias:

• Paro no programado de 8 horas
  
  
• Riesgo de quemaduras y liberación de presión
  
  
• Necesidad de evacuación preventiva del área
  
  

Investigación de la falla

Tras la rotura de tres abrazaderas en menos de un año, se emprendió una investigación que incluyó:

• Inspección visual y con líquidos penetrantes: se observaron grietas longitudinales en la zona de sujeción.
  
  
• Análisis metalográfico: presencia de microgrietas intergranulares típicas de SCC.
  
  
• Pruebas de composición química: confirmaron que las abrazaderas eran de acero inoxidable austenítico (tipo 304), con buena resistencia a la corrosión, pero susceptible al SCC en presencia de cloruros.
  
  
• Revisión del entorno: se detectó una alta concentración de vapor con trazas de cloruro de sodio, debido a fugas pasadas de producto de limpieza.
  
  

Causa raíz

Se concluyó que las fallas fueron provocadas por una combinación de tensiones de apriete excesivo, ambiente corrosivo con cloruros y material susceptible (acero inoxidable 304), lo que activó un proceso de corrosión con esfuerzo en las abrazaderas.

Lecciones aprendidas y medidas correctivas

A partir de este caso, el equipo de mantenimiento implementó diversas acciones para evitar la recurrencia:

1. Cambio de material
   Se sustituyeron las abrazaderas de acero 304 por versiones en acero inoxidable 316, con mayor resistencia al SCC por cloruros.
   
   
2. Revisión de torque de instalación
   Se capacitó al personal para ajustar el par de apriete dentro del rango recomendado por el fabricante.
   
   
3. Control del ambiente químico
   Se rediseñó la línea de drenaje para evitar acumulación de humedad y residuos de productos de limpieza.
   
   
4. Monitoreo de condición con inspecciones programadas
   Se incorporaron revisiones periódicas con técnicas no destructivas, como ultrasonido y líquidos penetrantes.
   
   
5. Documentación de lecciones aprendidas
   Se creó un registro interno con fotos, informes de análisis y procedimientos modificados, disponible en el sistema de gestión de mantenimiento CMMS.
   
   

Recomendaciones para prevenir la SCC en componentes mecánicos

• ✅ Utiliza materiales resistentes a los agentes presentes en tu entorno (acero 316 en ambientes con cloruros, por ejemplo).
  
  
• ✅ Evita tensiones innecesarias en el montaje o deformaciones durante la fabricación.
  
  
• ✅ Implementa limpieza y enjuague adecuados tras el uso de productos químicos agresivos.
  
  
• ✅ Realiza inspecciones periódicas en zonas críticas, especialmente en ambientes húmedos o con calor.
  
  
• ✅ Lleva un historial de fallas documentado dentro de un sistema de mantenimiento centralizado para detectar patrones recurrentes.
  
  

Este caso muestra cómo una falla aparentemente menor —una simple abrazadera rota— puede esconder un mecanismo complejo como la corrosión con esfuerzo. Identificar correctamente la causa raíz, entender los factores que la activan y aplicar soluciones específicas no solo previene fallas futuras, sino que fortalece la cultura de mantenimiento basado en análisis.